Con fervor se quiere lo ambiguo

lunes, 30 de junio de 2008


Entró Jorge y preguntó comentando:
"¿Cómo se quiere una ambigüedad? ¿Se trata de un deseo ambiguo, o de un deseo específico de algo ambiguo? ¿O esta pregunta es demasiado específica?"

Veremos si me aproximo a la respuesta.
Querer una ambigüedad, querido Jorge, es un deseo muy especial y resonante en el alma humana. Es el ferviente sentimiento de no querer gastar energía en discernir sobre la forma, modo y calidad en la que se presentan las cosas.

Aparece mucho en personas que gastan sus días en trabajos que exijen mucha responsabilidad y toma de decisiones rápidas y certeras. Al final de cada día, su interior busca relajarse con una gran ambigüedad que no les pida nada. Surgen, así, expresiones del tipo “Ma’ sí! Que se venga lo que sea” o “Se igual”, como diría el Negro Dolina.

Finalmente, se da en el que busca ambigüedades, un doble juego de la libertad: por un lado busca librarse de la presión antes mencionada (esto indica una falta de libertad) y por otro debe esperar ese “lo que sea” con los brazos abiertos (lo que demuestra una libertad mayor aún).

Espero haber respondido en cierto modo, pero nunca totalmente.

3 repercusiones:

Jorge Mux dijo...

Estoy satisfecho, pero no demasiado, o tal vez bastante; o quizás me siento bien por otra razón. A todo esto, tal vez lo que has dicho no fue una respuesta, o quizás no has dicho nada en absoluto.

Nicolino dijo...

Estoy desconcertado, lo cual lo convierte en muy buen vendedor.
Quiera comprarle la respuesta, ya que es una genuina ambiguedad.
Ya me veo en mi poligono de amistades(no estoy seguro que sea un circulo) regodeandome con ella.
Cada vez que la exprese nadie compartira mi punto de vista, pero
todos estaremos de acuerdo, ya que justamente con mi silencio he contenido sus respuestas.

Anónimo dijo...

¿?¿?¡?

 
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